viernes, 24 de junio de 2011

LA QUE SE PUEDA

Con esta rotunda y precisa respuesta ha querido dejar claro el potencia eólico de Cantabria su nuevo máximo prócer político, Ignacio Diego.

Y es que nos temíamos "lo pedor", nunca mejor dicho, en caso de que se produjera un cambio en la Presidencia de la Comunidad de Cantabria (porque, ya se sabe, lo primero que hace cualquier político que se precie al llegar al poder es tirar por tierra una buena parte de lo hecho por su antecesor). El Presidente electo quiso (sin conseguirlo) clarificar la apuesta de su partido por las energías renovables y por la energía eólica, aunque, "eso sí, con blindaje jurídico para evitar que las empresas adjudicatarias se conviertan en las herederas de las urbanizaciones de la costa de Cantabria". ¡Toma ya, demagogia barata!

Ignacio Diego anunció que buscará alcanzar un acuerdo con los demás grupos parlamentarios antes de tomar una decisión definitiva. Sobre la cantidad de energía adelantó que será "toda la que se pueda y no más de la que se pueda" (ahí queda eso). Y la remató diciendo que "hemos (¿quién?) confundido molinos de viento con gigantes y en ocho años de gobierno el resultado es uno, experimental (en referencia al de Vestas) y en los juzgados. ¿El concurso eólico? paralizado por los servicios jurídicos. Renovables sí; energía eólica, sí, ¿como? con blindaje jurídico".

El Partido Popular dejó claro, desde que se supo ganador de las elecciones, que el concurso eólico, tal y como había decidido que fuera el Gobierno bipartito, no les convencía. Sus declaraciones en ese sentido, anunciando su intención de revisar el proyecto, trajeron de la mano la alarma entre los empresarios comprometidos con el proyecto e, incluso, en la Universidad de Cantabria, inmersa también en la iniciativa

Moratoria habemus, pues.

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