miércoles, 20 de julio de 2011

ALMACENAMIENTO EN ATOLONES ARTIFICIALES

Está muy claro para todos que el almacenamiento de energía es una asignatura pendiente de cara a posibilitar el máximo desarrollo de las fuentes de generación renovable. Ya es así hoy, cuando asistimos a más o menos frecuentes paradas de parques eólicos en períodos de alta producción y baja demanda, pero será sin duda más grave en la medida en que se incremente la potencia instalada solar y eólica.

Pues bien, entre los muchos inventos e ideas surgidos, debe destacarse el proyecto de ingenieros y arquitectos daneses consistente en diseñar «islas verdes» capaces de almacenar en lagunas de agua de mar el exceso de energía eólica, solar y marina. Se pretende extender a la franja costera la filosofía de las centrales de bombeo de las regiones montañosas (agua que se bombea hacia depósitos elevados para generar energía en períodos posteriores de alta demanda) y aprovechar así el alto potencial de generación (eólica y marina) de muchas de ellas.

Las islas artificiales en cuestión almacenan energía por medio del agua de mar, en un depósito cerrado en forma de laguna que se vacía mediante el accionamiento de unas bombas cuando hay exceso de producción de energía eólica y solar porque la demanda es baja. A medida que crece el consumo, el agua de mar entra nuevamente dentro del depósito accionando las turbinas que generan nueva energía.

Los promotores del proyecto añaden además a su atolón artificial lleno de agua de mar aerogeneradores, placas solares, algas para biomasa, granjas acuícolas y cultivos para obtener biocombustibles. Todo en uno para que sea 100% renovable. Dependiendo de las funciones específicas y la regulación de la producción y del pico de demanda, las islas se pueden construir en mar abierto, en relación con grandes proyectos de infraestructuras o en las cercanías de las ciudades más grandes.

El tamaño de las islas puede ir de 1,5 a 45 kilómetros cuadrados, con capacidad para almacenar energía de 800 a 35.000 MWh, y dependiendo de su localización y tamaño podrán albergar viviendas, áreas verdes de recreo, etc. Por ejemplo, en la que está proyectada frente a la ciudad de Copenhague, en una isla artificial ya existente que alberga una planta energética, la capacidad de generación de electricidad es de 2.300 MWh, o lo que es lo mismo, el consumo energético de 230.000 hogares en 24 horas, y lleva asociada parques y zonas de recreo, una playa y cultivos de algas, tanto para biocombustibles como alimentación.

Según informan los promotores, los estudios geológicos y análisis comerciales y económicos se llevarán a cabo en los próximos tres años. Después se pondría en marcha un proyecto piloto, con lo que el proyecto podría ser una realidad en siete u ocho años. Lo bueno de este proyecto es que se basa en tecnología conocida y puede construirse ahora, no es ciencia ficción.

Un concepto visionario que, aun en fase inicial de desarrollo, ha recibido ya el premio de la Asociación Danesa de Arquitectos y está siendo estudiado por la Unión Europea con el objetivo de proveer de fondos para realizar estudios geológicos en los emplazamientos que se proponen en Dinamarca, China, India, Bahrein y California.

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