lunes, 21 de febrero de 2011

MASDAR CITY

Aunque está aún por ver en qué queda el proyecto (hay quien habla de "simple" operación turística y urbanística), merece un hueco en este blog el caso de Masdar City (Masdar es fuente en árabe), la nueva ciudad nacida en Abu Dhabi en 2007 por iniciativa de Mubadala, el fondo público soberano del emirato para inversiones tecnológicas, y basada en las actuales y futuras aplicaciones de las energías renovables.

La intención es la de aplicar, en esta futura ciudad verde y sostenible, los últimos avances en energía solar y eólica y en la gestión eficiente de residuos de la mano del Instituto Tecnológico de Massachusetts, con quien han constituido una 'joint venture'. La ciudad, planificada a 20 años vista, deberá levantarse sobre un cuadrado perfecto de 5 kilómetros de lado y en ella vivirán 50.000 personas; su desarrollo fue encomendado al gabinete del arquitecto británico Norman Foster.

El emirato ha convertido Masdar en zona franca para atraer inversiones y con ello poder demostrar al mundo que, pese a ser grandes productores de petróleo, son capaces de «migrar» hacia la producción de otros tipos de energía limpia.

Para dar respuesta al reto que supone diseñar una ciudad nueva en mitad del desierto, con temperaturas cercanas a los 65º al sol, los arquitectos de Foster estudiaron a fondo las características de las viviendas árabes y pusieron sus ojos en Alepo (Siria) y en las torres de viviendas de adobe del siglo XVI que son la seña de identidad de Shibam, en Yemen (ciudades en zonas elevadas, calles angostas y estrechas, siempre en sombra, viviendas orientadas de Este a Oeste)

Masdar City acomete el reto de alimentarse con energías renovables, a partir de la incineración de residuos (10%) y del Sol; se construirá en la zona la mayor planta solar de Oriente, 600.000 metros cuadrados de colectores capaces de generar 100 megawatios.

Masdar ha sido concebida también como una ciudad para los peatones, sin coches. Se levantará a siete metros del suelo y vehículos eléctricos automáticos circularán por los túneles formados por las tramas que sostendrán edificios y oficinas, sin cables ni raíles.

Pero quizá lo más importante sea que Masdar es una oportunidad única para demostrar el impacto de las técnicas pasivas, desde la fase de proyecto, en la reducción del consumo de energía.

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