jueves, 17 de noviembre de 2011

LA MINIEÓLICA O "EL DECRETO DEL MES QUE VIENE"

Me ha hecho gracia (relativa) el titular de la entrevista publicada por el diario La Razón a Francisco Javier Forte, presidente de APPA Minieólica.

Está claro para todos nosotros que las energías renovables constituyen la revolución energética del siglo XXI al permitir la obtención de energía a partir de recursos prácticamente infinitos y, con ello, huir de la peligrosamente alta dependencia energética de las importaciones y favorecer la sostenibilidad de nuestro planeta.

El nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020 está supuestamente encaminado a acompañar estas ideas, incluyendo la aportación de tecnologías que aún no se han desarrollado de forma suficiente en España como la minieólica. Esta tecnología "permite" además a nuestro sistema energético (el entrecomillado lleva "mala uva") evolucionar hacia un modelo de generación distribuida en el que los ciudadanos puedan convertirse en generadores de su propia energía eléctrica.

El sector nacional de eólica de pequeña potencia ha evolucionado sin un marco regulatorio que permita su desarrollo en España; en otros mercados internacionales (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Francia, Italia o Portugal), esta tecnología está plenamente presente y, sin embargo, los esfuerzos del sector español por aproximarse a ellos, en colaboración con el IDAE y el Ministerio de Industria, no han sido suficientes, por lo viato, hasta la fecha.

La legislación en cuestión ha visto tres borradores pero ninguna publicación en el BOE. El "Decreto del mes que viene”, como ya se le conoce en el sector después de dos años de postergadas publicaciones, no verá la luz con el actual Gobierno. En estos cuatro años pasados, otros países de nuestro entorno han tenido un desarrollo ordenado y racional de esta tecnología, cambiando importaciones energéticas por empleo nacional que ha aprovechado la energía del viento a una escala más racional para su utilización directa por parte de la ciudadanía.

Si existe una voluntad real de impulsar la energía distribuida, de implicar a la sociedad no sólo en la gestión de su consumo sino también en la producción real y efectiva de su energía, el Gobierno que salga de las urnas el 20 de Noviembre deberá necesariamente impulsar este sector para desarrollar un entramado empresarial de fabricantes e instaladores y revitalizar de forma efectiva el empleo local.

Objetivo 2020 para la minieólica: 300 MW. ¿A cuántos llegaremos? ¡Abran juego, señores!

No hay comentarios:

Publicar un comentario