miércoles, 19 de octubre de 2011

¿QUIÉN TEME A LA FOTOVOLTAICA?


La pregunta es pertinente a la vista de los obstáculos que está encontrando esta fuente de energía en España (Alemania instaló 20 veces más potencia fotovoltaica que España en el año 2010) y del bloqueo de su extensión, por ejemplo, al autoconsumo de la solar  fotovoltaica.

En el ámbito doméstico, el sistema actual está concebido sólo para que el dueño de un tejado solar venda la electricidad a la red (a cambio de una remuneración con prima) pero no puede consumir esta energía limpia en casa; las compañías comercializadoras siguen siendo las intermediarias clave del sistema.

Mientras tanto, en los últimos años se han creado las condiciones para una mayor expansión de esta energía: 1) precios de instalación más bajos y 2) preios de generación más competitivos. La energía obtenida de la generación fotovoltaica puede ser ya más barata para el consumidor porque éste se convierte en productor y evita los extracostes del sistema eléctrico.

En este contexto, los productores de placas fotovoltaicas han depositado las esperanzas de despegue en las instalaciones para el autoconsumo, a lo cual se ha sumado la supuesta avenencia del Ministerio de Industria a abordar el autoconsumo de electricidad fotovoltaica. Con la fórmula ideada, el ciudadano produciría y consumiría la electricidad fotovoltaica y entregaría los excedentes a la red; la electricidad sobrante no sería vendida a la red, sino que se compensaría haciendo un descuento en la factura del abonado. Pero la nueva normativa, por alguna extraña razón, se está retrasando, favoreciendo una vez más a las Compañías eléctricas y de gas.

Y es que, claro, si el consumidor se convierte en productor, las Compañías eléctricas verán reducida su facturación: el usuario no comprará la electricidad a una térmica o a una nuclear, sino a sí mismo. ¿Tendrán algún día el coraje necesario para resolver esto? Lo dudo, francamente.