jueves, 9 de diciembre de 2010

¿RENOVABLES = EXPOLIO?

Comparándolo al ataque de todas las fuerzas del mal a los bienes del máximo interés cultural o público en general, el señor Roberto Centeno, auténtico "experto" en la materia, ha escrito un artículo en cotizalia.com en el que tilda de vergüenza el hecho de que José Luis Rodríguez Zapatero pase olímpicamente del paro y se ponga a dar lecciones en la Cumbre del G20 en Seúl de cómo el mundo debe crear empleo.

Dice el Sr. Centeno que, "gracias" a la economía verde (renovables, coches eléctricos, etc.), se han destruido cientos de miles de puestos de trabajo en España(¿?); cada empleo verde habría costado 571.000 euros en subvenciones y, según estudios de la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto Juan de Mariana, se destruirán 2,2 millones de empleos de aquí al año 2020. Un auténtico expolio como consecuencia de los inmensos recursos que detrae este negocio del resto de la economía. Vamos, que si el plan de Zapatero siguiera adelante, aun con reducciones de primas y subvenciones, esto sería la ruina del país.

Además, claro está, todo ello está en la base de que los españoles tengamos a día de hoy, sumando tarifa y déficit de tarifa, el precio de la electricidad más elevado de Europa, una carga insoportable para millones de familias y una losa gigantesca para la productividad. Dice el menda que todas las industrias que requieren un consumo intensivo de electricidad han cerrado, o han abandonado España, o tienen planes para hacerlo en un futuro próximo.

¿Y de quién es la culpa en origen? Del PP y de su "Planificación de las redes de transporte eléctrico y gasista 2001-2011", proyecto disparatado no sólo en España, país de gran tradición de Planes Energéticos razonables, sino también fuera de ella por apostar por las energías más caras del planeta, por concentraciones de dependencia externa inasumibles (gas de Argelia, en concreto) y por el incremento de la intensidad energética, es decir, el consumo energético por unidad de PIB.

Como además las competencias en la materia se pusieron en manos de las CC.AA., un chollo inimaginable para las mismas, pues nada: reparto de concesiones entre parientes, amigos y correligionarios y dinero a carretadas sin arriesgar ni invertir nada, excepto el proyecto.

Y claro, Centeno remata la faena echando de menos las dos fuentes más fiables y económicas: la nuclear ("ésa que los marxista-ecologistas quieren cerrar") y el carbón ("limpio") de importación. ¡¡Un artista!!

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